Huelga en Litera Meat: lucha y resistencia frente a la explotación

La huelga en Litera Meat no ha sido simplemente un paro de producción, sino un acto de resistencia obrera que ha expuesto las dinámicas de explotación y opresión en uno de los mataderos más grandes de Europa.

Durante cuatro jornadas de huelga, convocada por la CNT y su sección sindical en la empresa, los trabajadores alzaron la voz contra la deshumanización de las condiciones laborales en el mayor macro-matadero de Europa, exponiendo la realidad tras sus muros.

Desde su apertura, Litera Meat ha encarnado la perversión del modelo económico actual del porcino en Aragón: productividad inhumana a costa de la salud y dignidad de los trabajadores. Jornadas interminables, ritmos extenuantes de 900 cerdos sacrificados por hora, restricciones arbitrarias al uso del baño, sanciones, despidos y falta de equipos adecuados, han sido el pan diario de los más de 1.600 empleados, en su gran mayoría migrantes.

La sección sindical de CNT denunció desde el inicio la vulneración de los derechos laborales, invisibilizadas y mantenidas por la complicidad entre la dirección y el comité de empresa. La huelga, sin embargo, rompió el silencio. Frente al miedo, surgió la organización. Frente a la maquinaria de la dirección y el comité lacayo, la solidaridad.

A lo largo de cuatro jornadas, los trabajadores demostraron que unidos son capaces de parar la producción. La paralización fue progresiva: más del 85% de la plantilla secundó el paro en los días centrales, vaciando líneas de producción, reduciendo el número de cerdos en la matanza y provocando un colapso en la cadena.

La empresa, recurrió a prácticas de esquirolaje y represión, llegando a llamar a los/as trabajadores/as personalmente. Desde CCOO (mayoritario en el comité de empresa, pero sin la implantación laboral entre la plantilla de CNT), se desinformó para intentar desmovilizar. Pero lejos de doblegar la moral de los huelguistas, estos días sirvieron para romper el clima de miedo, consolidar la organización obrera y el apoyo mutuo y fortalecer a la Sección Sindical.

Aunque la huelga finalizó sin acuerdos con la dirección, su verdadero éxito radica en la conciencia de clase que despertó entre los trabajadores. La CNT demostró que el sindicalismo de acción directa es el único camino para enfrentar la explotación. La sección sindical, ahora fortalecida, seguirá siendo un espacio de lucha y resistencia, preparada para futuras batallas.

La huelga en Litera Meat ha servido también para demostrar que el sindicalismo de implantación y de acción directa (frente al de representación) ha sido la única fórmula capaz de unir a la plantilla, animarle a defenderse y actuar frente a la realidad de explotación y colaboracionismo entre el Comité de Empresa y la directiva.

Como siempre ha sostenido el movimiento anarcosindicalista, la lucha no termina con una huelga. La verdadera victoria es la organización colectiva que emerge del conflicto. Sin esto, es imposible emplazarse a futuras luchas. La lucha en Litera Meat va a continuar, ahora con una mayor organización e implantación de la plantilla.

Pero, Litera Meat no es un caso aislado. Es el reflejo de un sistema capitalista que convierte la vida y el cuerpo de los/as trabajadores/as en mercancía, mientras a su vez explota también salvajemente el medioambiente.

Esta huelga nos recuerda que la organización y solidaridad mostrada durante esos días debe extenderse a otros sectores y luchas, traspasando los muros de la empresa y tejiendo redes de apoyo mutuo para conseguir poner freno a esta explotación.

Secretaria de Comunicación de CNT Huesca.